jueves, 24 de junio de 2010

CARACTERÍSTICAS DE LA OFERTA Y DEMANDA TURÍSTICA.

El concepto fundamental para comprender la idea de oferta y demanda turísticas es la idea de industria turística y de mercado turístico.

DEFINICION DE LA DEMANDA TURISTICA

Definimos como demanda turística al conjunto de atributos, valores, servicios y productos que el mercado (los públicos) requieren a los operadores turísticos, para satisfacer determinadas necesidades de esparcimiento, ocio, tiempo libre o vacaciones.

La demanda turística opera en el contexto de un mercado en el que intervienen diversos operadores de turismo ofreciendo determinados productos y servicios, y que supone además la existencia de un conjunto de espacios geográficos y lugares donde se realizan estos servicios, todo lo cual sucede en el marco de un libre juego de oferta y demanda.


2.2. CONCEPTOS GENERALES SOBRE LA DEMANDA TURISTICA

La cantidad de un artículo o servicio que un individuo desea comprar por un período determinado, es una función o depende, del precio de dicho servicio, de los ingresos monetarios de la persona, de los precios de otros servicios similares y de los gustos del individuo.

A su vez, la demanda del mercado o demanda agregada de un servicio o producto, representa las diferentes cantidades de ese servicio o producto, que demandan a diversos precios, todos los individuos del mercado en un período determinado. La demanda del mercado depende entonces de todos los factores que determinan la demanda individual de ese servicio y además, del número de compradores o consumidores de ese servicio o producto en el mercado.

Cuando aumenta el ingreso monetario de las personas, generalmente aumenta su demanda de una serie de productos y servicios y cuando ese incremento de sus ingresos se hace estable y duradero en el tiempo, el individuo tiende a destinar crecientes sumas de esos ingresos al tiempo libre o entretenimiento.

2.3. FACTORES QUE DETERMINAN LA DEMANDA TURISTICA

La demanda en el mercado turístico funciona sometida al influjo de un conjunto de factores, a saber:

a) factores económicos: que son principalmente, la liquidez del mercado emisor (el poder adquisitivo y la disponibilidad de dinero por parte de los clientes-usuarios), los niveles de precios que compiten entre sí alrededor de distintos puntos geográficos próximos, la estacionalidad en los países o lugares receptores de turistas;
b) factores relativos a las unidades demandantes: los cambios de estación y su relación con los sistemas de vacaciones en los países-mercado demandantes, los intereses cambiantes de los públicos y las personas; la percepción que los públicos tienen respecto del valor atractivo de determinadas zonas o puntos geográficos;
c) factores aleatorios, tales como los conflictos, inestabilidades sociales y guerras, los accidentes y catástrofes naturales y el impacto que estos eventos tienen en los medios de comunicación y en la percepción de seguridad de los potenciales públicos demandantes;
d) factores relativos a los sistemas de comercialización: calidad y extensión de los esfuerzos y productos de comercialización; amplitud y focalización de las estrategias de marketing; diversidad de los actores que realizan marketing turístico alrededor de determinados productos y lugares geográficos;
e) factores relativos a la producción de servicios turísticos:

2.4. CARACTERISTICAS DE LA DEMANDA TURISTICA

La demanda turística se caracteriza por ser:

a) culturalmente determinada;
b) cambiante en el tiempo y en el espacio en función de factores culturales, económicos y políticos;
c) estar asociada a lugares o puntos de interés individuales.

“Puede definirse como el conjunto de bienes y servicios que el turista está dispuesto a adquirir a los precios internos, en el caso del turismo nacional, y a precios determinados por las Tasas de Cambio, en el turismo internacional, por añadidura se designa así al conjunto de consumidores de una oferta turística”.

Características de la Demanda Turística:

a. La demanda es muy elástica a los cambios económicos del mercado, ejemplo, los precios: un aumento notorio de los mismos, generalmente, trae consigo una baja en el número de consumidores.

b. Sensibilidad a las condiciones socio-políticas de los países y los cambios de moda en el destino de los viajes.

La inestabilidad socio-política (guerras, huelgas, desórdenes), inhibe a los turistas a visitar un determinado lugar.

c. La demanda está condicionada por la estacionalidad. Debido a esta dependencia se producen desajustes que actúan de modo perjudicial tanto sobre la demanda como sobre la oferta. Las causas derivan tanto de factores climáticos como de otros más o menos influenciables, tradición, política, etc.

5.1. El Mercado Interno:

El valor de nuestra moneda, frente a otras monedas extranjeras juega un papel muy importante en el mercado turístico interno.

De la misma manera si existe deterioro del poder adquisitivo en el extranjero, los turistas optarán por quedarse en su país de origen, retrasando su viaje para mejor ocasión. Pero si la variación monetaria les beneficia actuará como estímulo para la realización del viaje.

Las empresas de turismo y las otras unidades de producción de un país, ante un fenómeno devaluatorio se sienten fuertemente afectadas, ya que sus cuentas se ven alteradas por los nuevos valores que requieren para el desarrollo normal de la actividad. Esos nuevos valores hacen variar los precios que se ofrecen al turista en Chile.

Procesos inflacionarios

La demanda interior se ve sometida a presiones a causa de las alzas de precios. En el caso de los turistas, la pérdida de poder adquisitivo de su moneda, los obligan a sacrificar la compra de algún artículo, puesto que sus posibilidades no le permiten consumir lo mismo que antes. Los turistas potenciales según su nivel de renta optan por la supresión del viaje o de las vacaciones. En consecuencia, las tensiones inflacionistas actúan muy a menudo desviando las corrientes turísticas hacia zonas y lugares más cercanos, de menos costo y donde puedan suprimirse ciertos gastos.

La empresa turística también ve alterada su actividad a causa del proceso inflacionario. Así experimenta diferentes situaciones que van deteriorando los servicios que ofrece para finalizar, si en su momento no se han sabido adoptar medidas, en un hundimiento de la explotación. Entre los aspectos que más destacan como repercusión de la inflación son los siguientes:

. Elevación de los precios de los servicios.
. Eliminación de mano de obra.
. Pérdida de la calidad de los servicios.
. Deterioro de la imagen.
. Reducción hasta anularse de los beneficios de la explotación.

FACTORES QUE OBSTACULIZAN EL DESARROLLO DE LA DEMANDA INTERNA.

a. Concentración Geográfica de la Demanda.

Los flujos internos provienen de los principales centros urbanos y su destino se concentra en regiones que cuentan con mayor dotación de Servicios Turísticos.

b. Estacionalidad.

La demanda interna chilena es estacional: el chileno está condicionado por el sistema vacacional laboral y estudiantil y las vacaciones inverrnales en el hemisferio norte del mundo coinciden con la época veraniega en Chile y América Latina.

Esta estacionalidad, ha llevado a la concentración geográfica de los servicios turísticos, a la baja rentabilidad y ocupabilidad de ellos. Además, existe poca especialización y profesionalización de los recursos humanos del sector turismo.

c. Restricciones Físicas.

Estas limitaciones provienen de la geografía del país: su gran longitud, su significativa distancia de los mercados internacionales y las condiciones climáticas diferenciadas a lo largo de él.

d. Restricciones Económicas.

Las restricciones económicas se derivan de la prioridad que el sector turismo alcanza dentro de la economía nacional, lo que se refleja en el nivel de las asignaciones presupuestarias para promoción turística, y en la existencia de un sistema de incentivos para el desarrollo del sector.

2.5. DEFINICION, CARACTERISTICAS Y COMPONENTES DE LA OFERTA TURISTICA.

Definimos oferta turística al conjunto de productos y servicios asociados a un determinado espacio geográfico y socio-cultural y que poseen un determinado valor o atractivo turístico que es puesto a disposición de los públicos en un mercado competitivo.

Distinguimos aquí los recursos turísticos de los productos turísticos. Un recurso turístico es un elemento relacionado o perteneciente a la naturaleza, la historia o la cultura de una determinada zona geográfica o lugar y que está dotado de una determinada potencialidad turística.

La cantidad de un servicio o producto que un productor individual está dispuesto a vender en un período determinado de tiempo, o sea la oferta, es una función que depende del precio de ese servicio, de los precios del mismo servicio o de servicios similares de los competidores y de los costos de producción del productor.

En cambio un producto turístico es un determinado recurso natural, histórico o cultural que ofrece un conjunto de servicios y productos elaborados y asociados de manera de satisfacer las demandas del público-cliente de turistas.

La oferta turística es el conjunto de servicios puestos efectivamente en el Mercado. La oferta turística mundial es cada día más variada en bienes y servicios.

La oferta turística está relacionada con otros sectores de la vida nacional: la agricultura, la industria, la minería, el comercio, la educación, la religión.

En turismo el mayor impacto económico lo producen los servicios directos: hoteles, transportes, diversiones. Pero la oferta turística en su totalidad, forma parte de la vida de la comunidad. Los bosques, las plazas de las ciudades, los paseos, las instalaciones deportivas y los lugares de culto son con frecuencia de tanta importancia para los turistas extranjeros, como para los chilenos.
Sin embargo, resulta muy conveniente reconocer las características de la oferta turística. Ellas son las siguientes:

a. La producción de servicios se realiza en un lugar geográficamente determinado y no pueden ser transportados. Los consumidores deben trasladarse a los lugares donde se producen estos servicios.
b. Los recursos turísticos están por atractivos naturales y culturales que no prestan utilidad en el mercado si no son puestos en valor y explotados.
c. Los recursos turísticos naturales son inagotables, es decir, no se consumen al ser bien explotados. Por ejemplo: nieve, playas, desiertos, etc., los cuales pueden sufrir deterioros al no ser protegidos adecuadamente.

La oferta turística está integrada por ocho partes muy importantes:

Atractivo Turístico:

“Es todo lugar, objeto o acontecimiento de interés turístico. El turismo sólo tiene lugar si existen ciertas atracciones que motiven al viajero a abandonar su domicilio habitual y permanecer cierto tiempo fuera de él. Respecto a la actividad turística, guardan la misma relación que los llamados recursos naturales hacia otras actividades productivas: nada valen sobre el mercado si no son puestos en valor y explotados, y como lo naturales, hay casos en que los atractivos turísticos son perecederos y no renovables”

Patrimonio Turístico:

“Conjunto de recursos naturales y obras creadas por el hombre, que estimulan el deseo de viaje y satisfacen las necesidades que de éste se originan”.

“Es la disponibilidad mediante e inmediata de los elementos turísticos con que cuenta un país o una región en un momento determinado. El patrimonio es igual a la suma de los atractivos más la planta e instalaciones turísticas a las que se puede agregar la infraestructura”.

Producto Turístico:

“Conjunto de bienes y servicios necesarios para el desarrollo de las actividades de consumo turístico”.

“Es el conjunto de bienes y servicios que se ofrecen al mercado (para un confort material o espiritual), en forma individual o en una gama muy amplia de combinaciones resultantes de las necesidades, requerimientos o deseos de un consumidor al que llamamos turista”

Los Recursos Turísticos:

Recursos Turísticos es “todo aquello susceptible a ser utilizado por el Turismo”.

Los recursos turísticos se dividen en básicos y complementarios. Los primeros son decisivos, para el turismo y pueden ser directos o indirectos. Los directos comprenden atractivos turísticos y equipamiento y los indirectos transportes, servicio y comunicaciones.

Los recursos turísticos complementarios sirven de apoyo al funcionamiento de la actividad e incluyen institucionales y económicos.

La Planta Turística:

Conjunto de instrumentos útiles, instalaciones o efectos necesarios para la producción y prestación de servicios específicamente turísticos. Comprende las empresas, la información turística, el señalamiento turístico, las escuelas de turismo, etc.

El Equipamiento Turístico:

Es el eje de funcionamiento de la actividad turística moderna. Está constituida por empresas o instalaciones que producen un conjunto de servicios de primera necesidad para el turista, vale decir, establecimientos de alimentación, hospedaje, agencias de viajes y empresas de transporte.

La Infraestructura Turística:

La infraestructura turística es una modalidad de la infraestructura general del país y forma parte ineludible de la oferta turística. Los costos que involucra son elevados y constituyen un obstáculo para el desarrollo del turismo. Esto obliga a construir sólo en lugares realmente justificados y en proporción requerida por la demanda.

Además, es fundamental el diagnóstico de infraestructura y equipamiento para conocer las capacidades existentes en el área, determinar la disponibilidad actual y sobre todo la sub o sobre utilización de las estructuras presentes para así promover modificaciones o ampliaciones.

Los Servicios Complementarios:

Los servicios turísticos constituyen prestaciones que directamente o con auxilio de transportes, etc. dan lugar a la satisfacción de las necesidades de los turistas.

Los servicios son la actividad en que el Estado interviene más directamente como el caso de la salud, los deportes, etc. Los servicios públicos constituyen un sector importante de la actividad económica. Incluyen proveedoras de agua, gas, transporte ferroviario, etc. Precisan una inversión considerable de planta y equipo por lo que con frecuencia sus costos fijos son superiores a sus costos variables.

Los servicios tienen la mayor importancia para la industria turística ya que el visitante extranjero exige en el país que visita las comodidades a que está acostumbrado y las condiciones sanitarias, de seguridad y de asistencia necesarias.

Las tres grandes clases de servicios de que hace uso el turista son: Alojamiento, Medios de Comunicación e Información y Servicios de Comercio Asociados. El comercio, en el fenómeno turístico en vez de tener que llevar los productos a lugares situados más allá de sus fronteras son los turistas de esos lugares los que vienen hasta el comerciante.

El servicio de correos es igualmente utilizado por el turismo, traslada cartas y tarjetas postales, valores declarados, giros, reembolsos, certificados, etc.

En cuanto a las comunicaciones, una población puede contar con muchos atractivos turísticos, pero sólo pueden ser explotados si se dispone de las comunicaciones adecuadas y principalmente con información turística de la mejor calidad.

En síntesis, los servicios complementarios que componen toda oferta turística moderna son:

- los servicios de comunicación;
- los servicios de correos;
- los servicios de información turística;
- el alojamiento para turistas;
- el comercio de productos para turistas

sábado, 19 de junio de 2010

EL CONCEPTO DE OCIO.

Qué entendemos por Ocio?

Frecuentemente se identifica el ocio con el tiempo libre y la ociosidad. Sin embargo estos

son términos claramente diferentes. Tal y como señala Cuenca (1995:54) 'tiempo libre es

un término utilizado para señalar un tiempo en el que no tenemos obligaciones o (...) un

tiempo de no trabajo. (...) Frente a tiempo libre y ociosidad, que se definen en función a su

oposición al trabajo, el ocio se caracteriza por ser su complemento'.

Por tanto, desde el Instituto de Estudios de Ocio defendemos que 'el Ocio no es un tiempo

sino una vivencia propiciada por un estado mental que permite disfrutar de algo con lo que

otros tal vez no disfrutan' (Cuenca, 1995a:55). El ocio, por tanto, se entiende como 'un

modo de ser y percibir, un estado mental (...) un ámbito de la experiencia humana

determinado por la actitud con la que se lleva a cabo una acción'. (Cuenca,1995b).

La vivencia del ocio se puede realizar a través de sus diferentes ámbitos: la cultura, el

deporte, la recreación, y, por supuesto, el turismo. En consecuencia, la nueva manera de

entender el Ocio está generando nuevos modos de vivir y entender el turismo.

2.2. El turismo hoy. El binomio Ocio-Turismo

El turismo aparece, hoy en día, como una necesidad social, como el resultado del derecho

a las vacaciones y al descanso. En consecuencia, resulta ser una vivencia que se

materializa en un bien de consumo. Una mercancía de la que se nutre la industria

turística.

Frente a la visión tradicional, en la que el turismo fundamentalmente se analiza desde un

punto de vista empresarial, las nuevas tendencias del turismo obligan a analizarlo desde

un punto de vista humano. En otras palabras, desde el punto de vista de ocio

anteriormente definido. Por tanto, el nuevo reto del turismo es su humanización ya que 'el

turismo en cuanto expresión personal de nuestro derecho al ocio posibilita una visión que

es casi imposible conseguir desde una visión unidimensional del turismo como negocio'.

(Cuenca, 1995:58) Y es que no podemos olvidar que el turismo es, ante todo, una

industria social en la que se compran y venden experiencias. Estas experiencias,

estrechamente ligadas al ocio, resultan la clave del éxito de la industria turística.

3. Nuevas tendencias del ocio y el turismo

Entendemos que el turismo tiene, por tanto, una naturaleza dual (industria y experiencia),

al referirnos a las nuevas tendencias del turismo, abordaremos las variaciones que el

fenómeno está sufriendo desde una doble perspectiva. Por un lado, entendiendo el

turismo como un ámbito de ocio, como una experiencia humana, se analizarán los

cambios en la demanda. Por otro lado, entendiendo el turismo como una industria de ocio,

se analizarán los cambios en la oferta; cambios estrechamente ligados a los cambios de la

demanda y el cambio en las actividades turísticas de ellos derivados.

3.1. Nuevas tendencias en la demanda

Anteriormente se ha señalado que el ocio es una vivencia propiciada por un estado

mental, que permite disfrutar libremente de una acción externa o interna, a la que se

considera un fin en si misma y no un medio para conseguir otra cosa. Esta definición, sin

embargo, resulta abstracta y requiere aplicarse a los ámbitos concretos en los que se

desarrolla el ocio. Según Cuenca (1995a:59) 'al situarnos en las manifestaciones

habituales de ocio y su relación con nuestra vida cotidiana, podemos hablar de cinco

dimensiones de ocio personal (...): lúdica, ecológica, creativa, festiva y solidaria'. Estas

cinco dimensiones permiten explicar las nuevas actividades turísticas resultantes de los

cambios en la demanda.

Veamos en primer lugar cuales son estos cambios:

i) Nuevos hábitos vacacionales.

· Reducción de la duración de las vacaciones principales.

· Incremento de viajes cortos. · Incremento de viajes de largo recorrido.

· Reducción del nivel de fidelidad al destino.

ii) Cambio en los hábitos de compra.

· Incremento de la preferencia por los viajes organizados individualmente.

· Búsqueda de canales de compra alternativos.

iii) Cambios en los hábitos de consumo.

· 'Cama y comida' no es suficiente.

· Mayor nivel de actividad (De 'pasar' a 'vivir' las vacaciones)

· Preferencia por establecimientos con elevado nivel de equipamiento.

· Preocupación por el entorno medio-ambiental.

· Combinación de sol y playa con actividades lúdico-culturales.

· Deseo de un servicio personalizado y flexible.

· Deseo de garantía de servicio y servicios de atención y quejas.

3.2. Nuevas actividades turísticas y su relación con el ocio

Como resultado de los cambios sufridos por la demanda aparecen nuevas 'actividades

turísticas' que, tal y como se ha señalado, están estrechamente ligadas a las dimensiones

del ocio apuntadas por Cuenca (1995b).

i) La dimensión lúdica: El turismo de masas.

En la dimensión lúdica vemos el ocio como diversión y descanso. Es la vivencia del ocio

relacionada con la ruptura del trabajo y del quehacer cotidiano, la persona busca

sencillamente la recuperación de sus energías físicas y mentales. Esta dimensión cabe

representarse en el turismo de 'sol y playa' que:

· Sigue en alza.

· El turista no desea ser identificado como turista.

· Se busca lo original, lo auténtico.

· El viaje es una experiencia recreativa con varias etapas: anticipación, el viaje, la

experiencia, el viaje de vuelta, la recolección, evaluación, recuerdo.

ii) La dimensión ecológica: El turismo consciente o ético; turismo alternativo y ecoturismo.

Autores como Frommer o Krippendorf acuñan el término 'turismo ético' para definir aquel

'cuya meta común debe ser promover y desarrollar nuevas formas de turismo que

proporcionen a todos los participantes (viajeros, comunidad receptora e industria turística)

los mayores beneficios posibles, sin causar daños ecológicos o sociales intolerables'. El

elemento esencial de este nuevo tipo de turismo no se limita a la suma de transporte y

restauración sino a la actividad que satisface un propósito concreto y que llena de sentido

el periodo vacacional. Una realidad que permite el enriquecimiento de la experiencia

turística por medio de una mayor integración en el medio visitado y de una participación

más importante en la vida social y cultural del lugar de vacaciones. Este tipo de turismo

permite el desarrollo de la dimensión ecológica del ocio. Cuando hablamos de la

dimensión ecológica del ocio destacamos la importancia del ambiente físico, social o

psicológico como referente de la vivencia de ocio. Cabe representarse en el turismo ético

que considera que el viaje no es un recorrido neutral de espacios sino una inmersión del

sujeto en el medio visitado. Del mismo modo, se manifiesta en el turismo alternativo (aquel

que se opone al turismo de masas) y en el eco-turismo (1).

iii) La dimensión creativa: El turismo activo.

A partir de la década de los ochenta la experiencia turística puede definirse como un

fenómeno complejo que implica algo más que el desplazamiento del lugar de residencia o

del disfrute gratuito del tiempo de vacaciones. A diferencia de las tendencias dominantes

en los años 60 se trata de 'vivir' las vacaciones en vez de 'pasarlas'. Ha nacido lo que se

ha dado llamar las vacaciones activas. Tal y como afirma la Organización Mundial del

Turismo (OMT), las causas de tal cambio son múltiples. La consecuencia radica en que el

deseo de 'vivir las vacaciones' implica un acto de reflexión, un recurso a la imaginación,

una elección libre, la búsqueda de la ruptura con las normas habituales de vida, la

tendencia a lo original y lo insólito. En definitiva, es una expresión de la dimensión creativa

del ocio. La dimensión creativa del ocio implica un desarrollo y perfeccionamiento de la

persona. Queda representada en el turismo activo que:

· Desarrolla los nuevos turistas o post-turistas.

· Demanda un producto más sofisticado que implica:

1.Contraposición a la vida cotidiana.

2.Agilidad, calidad y elección personal.

3.Articulación imagen-producto.

4. Valor de lo intangible.

5.Tendencia a lo individual y a la posibilidad de elección entre diferentes ofertas.

6.Calidad-visibilidad.

7.Interés en la autonomía y creatividad.

8.Participación en la toma de decisiones.

9.Necesidad de crecimiento personal

jueves, 17 de junio de 2010

OCIO Y TURISMO EN LA ERA DE LA GLOBALIZACION.

Cambios suscitados en el ocio y el turismo en el marco de la sociedad global

Identificado el proceso de globalización es necesario tener en cuenta los procesos colindantes de relocalización y entrelazamiento que con él se producen. Así, uno de los cambios que más se asocia a este proceso tiene que ver con la compresión del espacio y el tiempo, esto es, el proceso social por medio del cual los fenómenos se aceleran y se diseminan por todo el globo. Como lo señala Santos, aun cuando parezca compacto, el proceso presenta condiciones y situaciones diferenciadas y por tanto no puede ser comprendido al margen de las relaciones de poder que dan cuenta de las diferentes modalidades de tiempo y espacio. El poder de la clase capitalista transnacional se hace evidente en la apropiación de la compresión del espacio y del tiempo y la utilización que hace de éste para su beneficio (1997: 6). De este dominio se desprende que las clases subordinadas, representantes de los trabajadores migrantes y los refugiados están implicados en un movimiento físico espacio temporal que no pueden controlar. Las personas y los colectivos se desempeñan de acuerdo a los ritmos impuestos por la globalización, unos ritmos caracterizados por el aceleramiento en la producción, el tipo de pagos, la movilidad de los lugares de trabajo a libre disposición de los patronos, la idea de progreso asociada con el trabajo como valor fundamental, el desprecio del ocio como vivencia y su valoración como consumo, la inexistencia del tiempo libre como marco temporal para la potenciación y acrecentamiento del ser y por último, una sensibilidad y una sociabilidad determinada.

El espacio y el tiempo son dos coordenadas muy importantes en la determinación de la vida de las personas y en la configuración de la sociedad, por ello muchos autores durante la historia han entendido que es en la relación del hombre con el tiempo donde se establecen los límites a su vida. Bien vale aquí retomar a Marx para quién la economía del tiempo representa el fundamento de toda economía.

Economía del tiempo: a eso se reduce finalmente toda economía. La sociedad debe repartir su tiempo de manera planificada para conseguir una producción adecuada a las necesidades de conjunto, así como el individuo debe dividir el suyo con exactitud para adquirir los conocimientos en las proporciones adecuadas o para satisfacer las variadas exigencias de su actividad. Economía del tiempo y repartición del tiempo del trabajo entre las distintas ramas de producción resultan siempre la primera ley económica sobre la base de la producción colectiva (Kart Marx, Grundrisse).

El tiempo no importando la interpretación que de él se tenga, posee una connotación humana y social invaluable, de allí que: La forma como una sociedad distribuye su tiempo, tanto cuantitativa como cualitativamente, las actividades que en él realiza y las relaciones que en ellos se establecen, son factores que manifiestan su situación presente y las tendencias de su desarrollo. Los posibles empleos del tiempo se encuentran socialmente condicionados y las transgresiones en su uso pueden implicar cierto nivel de peligro frente a la relativa firmeza de lo establecido (Rodríguez, 1988: 57).

La compresión del espacio- tiempo en la actualidad se puede leer al modo de Rodríguez, como el paso de un tiempo policrónico a uno monocrónico, esto es, el paso de una cultura que considera el tiempo de una forma flexible a una cultura del tiempo arbitrario e impuesto, que no obedece a los ritmos biológicos del hombre o a su capacidad creativa (1988:61). Se trata de un tiempo y un espacio que no le pertenecen a las personas, ellas no pueden determinar libremente sobre ellos. Así se presentan como elementos extraños, alienados como el hombre mismo dentro de las estructuras sociales imperantes. Tiempo y espacio son de ésta forma, dos nuevos objetos, dos nuevas mercancías bajo las cuales se reproduce la tendencia recurrente de alienación y dominación en el capitalismo. Como mercancías producidas por el hombre se convierten en objetos que lo destruyen, que lo convierten en un prisionero de su propia producción, en lugar de servir a sus necesidades materiales y culturales.

Otro cambio destacado con la globalización tiene que ver con el proceso de homogeneización cultural. Una homogeneización del mundo en la perspectiva de occidente mediante la cual se altera y deforman las civilizaciones y culturas primitivas de nuestros países. Es implacable la distorsión de sus formas de ser orgánicas, de sus maneras originales y tradicionales de producir, vivir, pensar, en general de relacionarse con el mundo (Flores, en Rojas y Corral, 2002:103). Para el tema de interés se constata la asunción de prácticas de ocio y de turismo de otros lugares y la eliminación de prácticas autóctonas a partir de una promoción desenfrenada de la industria del espectáculo, que precisa ser revisada críticamente, pues es desde ella que se imponen los valores y las normas de la racionalidad productiva y eficientista para promover los intereses económicos del gran capital.

Desde la industria cultural se impone una manera singular y única de desear y gustar. La sociedad de la globalización, por tanto, sociedad del consumo se realiza a partir de la dialéctica deseo- satisfacción. Los gustos se realizan en el encuentro entre una oferta y una demanda, lo que se constituye en una operación social y cuasi mágica. Como conjunto de elecciones realizadas por una persona determinada, son el resultado de un encuentro entre el gusto objetivado del artista y el gusto del consumidor. En este marco, el artista juega un papel importante en tanto concreción y consumación del deseo, del gusto. Al respecto dice Bourdieu, que «el artista es ese profesional de la transformación de lo implícito en lo explicito, de la objetivación, que transforma el gusto en objeto, que realiza lo potencial, es decir, ese sentido práctico de lo bello que sólo puede conocerse realizándose» (2000:163).

Aquí reside precisamente la habilidad del sistema capitalista y es hacer del productor cultural, artista, escritor, profesional del ocio y del turismo, profeta y periodista un calculador económico racional, que a partir de estudios de mercado busca satisfacer necesidades, procurando obtener beneficios, adelantándose a sus competidores (Bourdieu, 2000:165). En esta tarea es decisivo el rol del aparato educativo, en tanto es a partir de la elevación del nivel de instrucción, o del tiempo de escolarización que se provoca en las personas un interés por la apropiación de bienes culturales, determinando un cambio en la demanda. Este cambio en la demanda tiene como fundamento la rareza, el cambio de gusto frente a un bien se da a partir del juego exclusividad- divulgación. De esta forma el bien cuando se divulga se desclasa, es decir, se devalúa, según Bourdieu. Así, de forma permanente el gusto del consumidor se inclina por un producto raro y nuevo, y de esta manera la rareza determina la necesidad de consumir, la misma que es impulsada y promovida por los medios masivos de información. Dado lo anterior, en la sociedad del consumo desenfrenado de lo que se trata es de reintroducir, a toda costa, la rareza (2000:170).

Desafíos a enfrentar desde el campo de saber del ocio y del turismo

La revolución de las tecnologías de la información ha generalizado el consumo de espectáculos y a su vez, ha permitido una homogeneización de los gustos, de las formas de recreación, de entretenimiento y de turismo de nuestra población colombiana, obviamente en correspondencia con la dinámica internacional de oferta y demanda de diversión. En este marco de interpretación, el enfoque funcionalista del ocio ha colaborado con la legitimación de las medidas implementadas por los diferentes regímenes, derivando en un dispositivo para la dominación, la domesticación y por tanto para la justificación del orden imperante, en este caso, para la adecuación y reproducción de las estructuras enajenantes y extensivas del modelo capitalista transnacional.

Es necesario revisar críticamente los patrones de consumo de ocio y de turismo que se han establecido a nivel internacional, como producto de la globalización y la transnacionalización de la diversión y el entretenimiento, y que desconocen los aspectos sociales y culturales de los agrupamientos humanos para así oponer a la exaltación del poder de las grandes multinacionales y a las políticas supranacionales de una cultura global estandarizada que tiende a la unificación de los valores, la afirmación de las etnias, la prevalencia de los derechos, la organización, la resistencia de grupos y luchadores por multitudes en todas partes del mundo. Es necesario oponer a la industria de entretenimiento y turismo mundializado, la cultura del ocio propio; a lo genérico y estándar de la sociedad del mercado, oponer lo singular y lo propio de nuestros espacios de crecimiento cultural, de alegría y de fiesta. A la cultura de la globalidad y la imposición de sus valores y modelos culturales exógenos, contraponer la autoconservación, como respuesta y como principio de vida. Ante lo homogéneo que se difunde con la globalidad y el capitalismo, levantar las voces de la diferencia y el carácter plural de la sociedad y del mundo en general.

Una de las principales tareas de una educación para el ocio y la recreación en nuestro continente es educar para la comprensión de los mecanismos como opera la lógica del consumo y el papel que en esa empresa juegan las corporaciones multinacionales especializadas en los servicios de entretenimiento, diversión y turismo; y que utilizando los desarrollos tecnológicos de la información y la comunicación, carcomen los cerebros de nuestra población y los llevan a un consumo desenfrenado de prácticas y ofrecimientos generadores de insatisfacción, angustia y frustración en un mundo donde impera el mal desear. De lo que se trata, a nuestro modo de ver, es contribuir para que las personas deseen de otra forma y sobre todo mejor.

La sociedad contemporánea sustituye el crecimiento espiritual y la contemplación como opciones de diversión y de ocio por la ocupación, el trabajo, el logro y la tenencia de objetos. Las vidas consideradas con sentido, son aquellas que más consumo generan, y el lujo adquiere la connotación de ser un elemento de distinción y de clase. De esta forma la sociedad capitalista encuentra en el campo del ocio y el turismo un excelente auxiliar para la propagación de valores y prácticas para la reproducción del sistema, ya sea por la vía de la enajenación directa, es decir, por el consumo directo de objetos, o por la vía de la explotación y la ideología (Melo y Drummond, 2003:13). De lo que se trata, es de coadyuvar para despertar en los sujetos su sensibilidad artística y su potencialidad de vida. Es despertar su capacidad como productor cultural para superar estados de consumo acrítico, con lo que se reproduce la alienación y la dominación. Se busca avivar la sensibilidad y la belleza como estrategias emancipadoras. Pretendemos la generación de una nueva conciencia para develar y transformar la realidad y la vida, no asumiéndolas como algo construido, dado y repetitivo, sino como un esfuerzo por crear y recrear, y también por rebelarnos (Freire, 1990:195).

Para finalizar, está claro que en el ocio y el turismo se expresan los intereses económicos de la globalización, la tendencia recurrente a la concentración y centralización del capital; y su proyecto de largo alcance, construir una organización económica internacional, donde la libre circulación de mercancías, servicios y flujos financieros no encuentren el mínimo obstáculo (Montes y Toledano, 2003:2). De esta manera no son objetos al margen de las dinámicas sociales, en ellos se plasma el proyecto de sociedad ideada por los planificadores y los que toman las decisiones políticas, con lo que tiene sentido que ahora nos hagamos la pregunta:

¿Queremos que el ocio y el turismo sigan siendo factores de dominación, convertidos en mercancías económicamente útil, o por el contrario, que sean factores de emancipación para nuestra querida Argentina?